25.5.08

Padres violentos = sociedad violenta

Hoy en el supermercado vi como un padre insultaba y le pegaba a su hijo. El niño tendría 8 años y lloraba mientras caminaba al lado del changuito conducido por su padre que no paraba de darle golpes, bastante fuertes, en la cabeza y de decirle “puto de mierda”. La madre iba al lado sin omitir palabra. Después nos preguntamos por qué la nuestra es una sociedad tan violenta. Nos escandalizamos porque un niño le pega a otro con violencia en las escuelas o hasta a los propios maestros, o porque después de grande siguen repitiendo la agresión en su vida cotidiana.La respuesta estaba hoy en el supermercado.

Pierino

Uno de mis pocos gustos burgueses es comer afuera. Me encanta, aunque el precio no pare de subir, llegando en algunos casos a ser un verdadero despropósito.
Uno de mis lugares preferidos es Pierino, en la esquina de Lavalle y Billinghurst, cerca del Abasto. Lo descubrí cuando trabajaba cerca de ahí. El ambiente se asemeja a una cantina de los 50, con aires entre tangueros e italianos.
Cominos una riquísima cazuela de lomo y después no me pude contener y pedí el mejor postre con brownie que preparan en Buenos Aires. Tenía helado de chocolate, dulce de leche y chocolate caliente por encima. Un manjar.

Lo esencial del periodismo

En una nota aparecida en la sección Empleos de La Nación, Christopher Crommet, vicepresidente senior de CNN en Español, dice que lo fundamental para un periodista es ser un “excelente redactor”. Algo que a veces parece quedar olvidado detrás de la tecnología, y el auge del periodismo digital. Saber escribir una nota sigue siendo lo que importa, lo demás son adornos. Aunque también dice que es importante el empeño y las ganas que se ponen en el trabajo. Remata con una frase que por lo menos en este país, no se cumple: “el que sabe escribir bien siempre va a tener trabajo”.

19.5.08

Mi pad de Roma


Lo compré en el segundo piso del Coliseo.
Fue un regalo pero al final me lo quedé.

15.5.08

Ni con el Gobierno ni con el campo

¿Cuándo vamos a entender que estar en contra del Gobierno no tiene por qué significar apoyar al campo?
Una interesante explicación sobre la necesidad de fijar una tercera posición:

La disputa entre el gobierno nacional y las entidades patronales "del campo" es una pelea entre dos sectores capitalistas que defienden intereses completamente ajenos al pueblo trabajador. Con el aumento de las retenciones, el gobierno no pretende recaudar fondos adicionales para aumentar jubilaciones, salarios de los trabajadores estatales o los presupuestos de salud y educación, sino contar con recursos para garantizar el pago de la deuda externa, los subsidios a los empresarios amigos (como Cristóbal López) y fondos para favorecer la alianza de intendentes y gobernadores. Por su parte, el lock out de las patronales agrarias, donde los intereses de los grandes propietarios y productores agrupados en la Sociedad Rural pretenden ser camuflados bajo los propietarios de menor peso agrupados en la Federación Agraria, expresan la mera búsqueda de una mayor rentabilidad por parte de un sector que ha embolsado cuantiosas ganancias gracias al doble efecto de la devaluación y el aumento de los precios internacionales de los productos que exportan, en particular la soja. No extraña por ello que, si bien no participa de la Comisión de Enlace entre la SRA, CRA, Coninagro y FAA, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), donde se nuclean los grandes productores sojeros, apoye abiertamente la protesta patronal.
En el debate público se ha pretendido limitar las opciones políticas al alineamiento con alguno de estos dos bandos igualmente reaccionarios. Los intelectuales, docentes universitarios y trabajadores de la cultura que suscribimos esta declaración, por el contrario, creemos necesario intervenir en este debate para plantear la necesidad de una salida independiente en favor de los trabajadores y el pueblo.
Es falso que este gobierno confronte con los "intereses económicos más concentrados", como algunos quieren hacer creer. Al contrario, los Kirchner los han favorecido en sus casi cinco años de gobierno. ¿O el petróleo no sigue en manos de la Repsol y un puñado de empresas más? ¿O no es un escándalo el saqueo que realizan las multinacionales mineras? ¿O los grandes industriales hoy beneficiados con el favor oficial no fueron tan golpistas como la oligarquía agraria? ¿O no es obceno el negociado del "tren bala" mientras la red ferroviaria sigue destruida? ¿O la tierra no sigue concentrada en 4000 grandes propietarios agrarios que poseen 85 millones de hectáreas, la mitad de las tierras cultivables en nuestro país, por las que pagan impuestos miserables? ¿O el 40% de producción sojera no está concentrada en apenas un 2,2% de los productores, como ahora señala en sus discursos la presidenta como si nada tuviese que ver con ello? ¿O no es un hecho que cinco grandes empresas (Cargill, Dreyfus, Bunge, Vicentín, Aceites General Deheza) concentran la casi totalidad de las exportaciones de granos, incurriendo incluso en múltiples estafas -que sobrepasan los 3 mil millones de dólares- a la hora de liquidar las retenciones que descuentan del precio que pagan a los productores al fisco? Los Kirchner ni siquiera han impulsado, teniendo mayoría propia en el parlamento, la derogación de la ley videlista 22.248 que permite la brutal explotación de los trabajadores rurales, que tienen los salarios peor pagos del país y de los cuales un 75% está "en negro". ¿O no es también este gobierno el que pacta los "techos salariales" con la burocracia sindical mientras reprime a los trabajadores como en el Casino Flotante y en Mafissa?
Por el lado de quienes desde una supuesta posición de izquierda o "progresista" apoyan el lock out, el argumento de que apoyan a los "pequeños y medianos productores" es insostenible. ¿O la Federación Agraria no forma hoy parte de un bloque políticamente indiferenciado con la oligarquía nucleada en la Sociedad Rural? Lo que demanda la FAA es que no sólo sus afiliados sino también los grandes propietarios y, aún, los pooles de siembra a los que critican verbalmente paguen la menor cantidad de retenciones posibles. Esto no es una casualidad. Los sectores más bajos de la burguesía agraria nucleados en la FAA son parte de la llamada "alianza sojera", que no ha vacilado en recurrir a la expulsión sistemática de sus tierras de miles de campesinos pobres y sostiene la explotación brutal de los peones rurales.
Frente a la actual situación, los planteos de ambos sectores llevan al agravamiento de la situación de los trabajadores, que ven como los salarios se deterioran día a día producto del alza inflacionaria.
Quienes adherimos a esta declaración creemos que es necesario sostener una clara posición independiente de estos dos bloques capitalistas. Por el contrario se trata de unir frente a ellos a la clase trabajadora de la ciudad y el campo, a los campesinos empobrecidos, a los estudiantes. Estamos por la nacionalización de la gran propiedad agraria, de las grandes exportadoras y de los puertos privados y privatizados; por el no pago de la deuda externa y la nacionalización bajo control de los trabajadores de la banca y del comercio exterior. Estas medidas permitirían terminar en serio con la oligarquía y la expoliación de las multinacionales y del capital financiero que se queda con la parte del león de los recursos que surgen de las exportaciones agrarias. Permitiría organizar la producción agraria de acuerdo a un plan racional y contar con alimentos baratos y de calidad para todo el pueblo. Nos manifestamos también por la derogación de la ley videlista que permite la superexplotación del peón rural y por el blanqueo inmediato de todos los que trabajan en negro; y decimos que para que la crisis tenga una salida progresiva es necesario que la clase trabajadora levante sus propias demandas, empezando por las más inmediatas: aumento de emergencia para todos los trabajadores; salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar; aumento automático de los salarios de acuerdo al crecimiento de la inflación.
Insistimos: en la crisis, es preciso unir voluntades para señalar la necesidad de una salida distinta a la que ofrecen los sectores patronales y sus representantes en el gobierno nacional y gobiernos provinciales en disputa, una salida socialista y de la clase trabajadora.

Adhesiones a niknicampo@yahoo.com.ar

PRIMEROS FIRMANTES
FERNANDO AIZICZON (HISTORIADOR, CONICET)
PABLO ANINO (ECONOMISTA, DOCENTE UBA)
ARIEL ARAMAYO (GEÓGRAFO, DOCENTE UNLP)
SOL BAJAR (PSICÓLOGA, DOCENTE UBA)
PABLO BONAVENA (SOCIÓLOGO, DOCENTE UBA-UNLP)
FERNANDO CASTELLÁ (POLITÓLOGO, DOCENTE UBA)
CHRISTIAN CASTILLO (SOCIÓLOGO, DOCENTE UBA-UNLP)
LETICIA CELLI (ABOGADA)
ADRIANA COLLADO (SOCIÓLOGA, DOCENTE UBA)
OCTAVIO COLOMBO (HISTORIADOR, DOCENTE UBA)
ROSA D’ALESIO (PSICOANALISTA, DOCENTE UBA) A
NDREA D' ATRI (PSICÓLOGA)
CECILIA FEIJÓO (SOCIÓLOGA, DOCENTE UBA)

AGENCIA DE COMUNICACION RODOLFO WALSH

10.5.08

Entrevista completa a Luis Zamora

El otro día entrevisté a Luis Zamora.
La charla duró alrededor de una hora y a mi me pareció muy interesante todo lo que dijo.
Le pregunté si alguna vez la izquierda se iba a unir en la Argentina y me dijo que con los dirigentes que hay acá es imposible que él se una.
Le pregunté por Pino Solanas y me contesta: "Pino es un amigo, con muy buenas ideas, pero es un artista, cuando quiere deja todo y se va a filmar a Paris".
Me dijo además que no le gusta Chávez porque no logró que el pueblo venezolano viva mejor y me dijo que le gusta Evo, pero no tiene suficiente poder.
Hay gente que dice que Zamora habla y no hace, pero creo que es necesario que alguien como él esté presente en los medios, que diga que lo importante es alimentar a 11 millones de pobres, dar trabajo digno, incluir, y romper con la idea única, que circula cada vez con más fuerza, que dice que la alternativa es hacer un país para algunos privilegiados, sin un Estado cada vez más presente que llegue a dónde nunca llegó, con un mercado abierto monopolizado, con pocos bolsillos repletos y muchos vacíos. Ese no es el país que yo quiero.

Acá la entrevista completa a Luis Zamora (sin editar):

- ¿A qué se dedica en la actualidad?
- Trabajo de abogado, volví a la profesión después de estar en la Cámara de Diputados y sigo en la actividad política, haciendo lo mismo que hace 30 años. No salgo en los medios porque los medios decidieron no invitarme, hay una discriminación muy grande, porque en la actividad política poder difundir las ideas en los medios masivos es muy importante. Es muy difícil manejar el poder empresario sobre los medios masivos.
-Pero antes militaba desde un cargo, ¿cómo es militar desde afuera?
- Trabajo mucho con causas de derechos humanos y participo en debates políticos y conferencias, con excepción de la difusión masiva, que es lo único a los que nos cuesta acceder.
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- ¿En qué causas por los derechos humanos participa?
- Investigación de centros clandestinos de detención, estuve en la causa contra Miguel Etchecolatz. Patrocinio familiares de desaparecidos. Sigo con la causa de Dagmar Hagelin, la causa de las monjas francesas secuestradas en el 77 y el centro clandestino de detención Vesubio.

- ¿Cree que es verídico el discurso de los Kirchner sobre los derechos humanos?
- No, ellos intentaron apropiarse la bandera de los derechos humanos, lamentablemente con algún éxito porque algunas organizaciones de derechos humanos los apoyan. La realidad es que las causas avanzaron muy poco, porque el castigo a los represores está muy lejos de concretarse en el país. Y tampoco está cerca el cese de la impunidad de todo lo que tuvo que ver con la dictadura, porque hay grupos económicos, como Roggio o Roca, que avalaron la dictadura y hoy están al lado de los Kichner haciendo negocios. Y a medida que crece el disgusto con el Gobierno crece el cuestionamiento a la política de los derechos humanos, utilizando el argumento reaccionario de decir “¿y los derechos humanos míos cuándo?”. Se ensució la lucha de los derechos humanos con los Kirchner, y 10 mil represores están libres.
- ¿El caso Juan Puthod que representa?
Es parte de la apropiación superficial de algo tan delicado. Lo de López me produce un gran dolor y una gran indignación, porque debe haber confiado en los Kirchner y se jugó a declarar. Los Kirchner utilizan inmoralmente la lucha por los derechos humanos sólo para acumular poder político. Los casos de López y Puthod son parecidos, confiaron en Kirchner y los dejaron a su suerte.
- ¿Quién tiene razón en el conflicto con el campo?
- Creo que es legítimo que pequeños productores y chacareros se nieguen a pagar más aumentos a la retenciones, que se utilizan para pagar deuda externa y subsidios a grandes grupos económicos. A partir de esto, se monta la Rural, CRA, organizaciones profundamente enemigas de lo que es el pueblo argentino y el país, y el gobierno contesta con matonaje y con mentiras, como que se usará para redistribuir la riqueza. Eso es mentira si aumentó en dos millones la cantidad de pobres, a caballo de la inflación. Lamento que sectores pequeños y auto convocados no denuncien al Gobierno y también a los exportadores, que no se saquen de encima a la Rural, ¿qué tiene que hacer Miguens reclamando, el país qué tiene qué ver con eso? Lo que hay que discutir es cómo alimentar a los que están sin comer en la Argentina, discusión que no existe para las entidades ni para los Kirchner ni para los grupos industriales que se benefician con los subsidios.
La reforma agraria es un tema fundamental para discutir. La barbarie del capitalismo hace que se priorice alimentar un auto y no alimentar la boca de una persona hambrienta. Es una gran oportunidad para discutir los problemas del país, pero los Kirchner no hicieron ninguna reforma estructural. Todo sigue avanzando tal cual la época menemista, y la época de los militares a la que se subieron los grupos económicos.
- ¿Y la lucha de De Angeli le parece legítima?
- Lo conozco porque yo voy mucho a las asambleas de Gualeguaychú, es algo que alentamos y apoyamos. Pero lamento que un productor como él esté siendo expoliado por las exportadoras y que no le diga al Gobierno: “Retenciones sí, pero no para pagar la deuda externa, sino para dar de comer o hacer una reforma agraria o mejorar los salarios de los trabajadores rurales”. Lo que veo con simpatía es que se haya autoorganizado, que se haya impulsado cierta politización, pero no que hayan aceptado que las cuatro entidades del campo hayan ido a cerrar la tregua. Dirigentes que apoyaron el golpe, pero también hay golpistas al lado del Gobierno, golpistas del 76, porque hoy en día no hay golpistas. Todos los grupos económicos están ganando fortuna y no se les ocurriría sacar a los Kirchner.
- ¿Entonces no está en contra de las retenciones, sino de la forma en que se aplica?
- Yo no discutiría las retenciones, no es la discusión. La discusión es cómo alimentar a la gente. Hay que discutir una política alimentaria y agropecuaria. Lo fundamental es pensar cómo comen 11 millones de personas, si las retenciones son para eso está bien. Y son los exportadores los que deberían pagar retenciones, mientras no sea propiedad pública. Yo para pagar deuda externa no pagaría un peso de retenciones. El debate no es retenciones sí, retenciones no, primero ha y que pensar para qué. ¿Por qué no suprimen el IVA si dicen que es injusto?
Hay un debate inmoral entre el Gobierno y los Miguens sobre quién se queda con la plata, pero eso hizo que la gente se ponga a debatir.
Es increíble que los sindicatos sean utilizados como instrumento del Gobierno para patotear, esto salió a la superficie.
- Los chacareros pelean por el hambre del pueblo o por su bolsillo?
- Y un trabajador cuando hace una huelga siempre la hace por su bolsillo, eso no se le puede reprochar. Lo que no entiendo es por qué no exigieron estar ellos en la negociación, hablar ellos en nombre de los chacareros. El que tiene que pagar retenciones es el grupo Grobopatel que tiene 150 mil hectáreas, no De Angeli que tiene 16.
- ¿El alza de la inflación cómo se entiende en este contexto?
- La inflación viene siendo un síntoma de la fiebre que tiene la economía argentina y no empezó a subir con el conflicto del campo.
- ¿Cómo se puede combatir la inflación?
- Una primera cuestión es la de los formadores de precios. La asociación empresaria tiene enorme ganancias y dice que está preocupada por la inflación, ellos pueden bajarla pero la empujan porque en la medida en que los exportadores ganan mucho vendiendo afuera, para vender adentro quieren ganar lo mismo: suben los precios y empujan los precios. Es la barbarie del capitalismo, el capitalismo es barbarie, no es sólo los muertos en Irak, que esa es la expresión más brutal, también es barbarie que la discusión sea la ganancia. Si hay inflación ¿qué se hace? Alimentos accesibles para el que no puede pagar, no la ganancia de los supermercados, que tienen la posibilidad de bajar los precios.¿Cuánto ganaron en los últimos 20 años? Una fortuna, bueno, que un año gane un poco menos. Los grupos económicos son los que más presionan al Gobierno para combatir la inflación ¿y qué dicen? Cuiden los salarios, ahí van los traidores del movimiento obrero, los moyanos a garantizarle al Gobierno que no van a aumentar más del 19%, cuando la inflación ya fue del 25 o 28%. Pero no dicen que dejen de pagar la deuda unos años, porque para pagar la deuda se necesita emitir pesos y la emisión es inflacionaria. La deuda es inflación.
Argentina produce los alimentos. Tiene posibilidades de no ser afectada por la suba mundial de los alimentos. Es canallesco que los Gobiernos utilicen esa argumentación, cuando acá se producen alimentos para 300 millones de personas. El capitalista busca siempre el negocio, las personas lo que buscan es satisfacer sus necesidades.
- ¿El Gobierno que podría hacer y no hace para combatir la inflación?
- No permitir el aumento de precios en supermercados, por ejemplo para los productos de la canasta básica que es lo más importante. Los 20 pesos ya no sirven para nada.
- ¿Cuál sería la función del secretario de Comercio, Guillermo Moreno?
Moreno extorsiona y negocia. ¿Usted cree que los supermercados se dejan asustar por Moreno? Es una pantomima. Moreno es Kirchner: es la política de apretar y negociar y termina negociando porque los precios siguen aumentando. Tienen Ley de Abastecimiento y no la usan. Es un gigantesco negocio. En el capitalismo resolver la inflación es casi imposible, y encima montan la campaña que es por la negociación de los salarios. La renta se la lleva la ganancia, las multinacionales que se llevan las ganancias afuera.
- Y eso también genera inflación.
- Claro. Con los Kirchner aumentó la propiedad extranjera. Ellos gobiernan para grupos empresarios, que estuvieron con la dictadura, con Menem, con Duhalde y ahora están con Kircher. También tiene otros negocios, como los de Cristóbal López.
- ¿Y cómo explica que la clase media que lo votó a Zamora en 2001 el año pasado votó a Macri?
- Tenemos que preguntarnos qué nos pasa como pueblo. Para presidente votó a Elisa Carrió que es más reaccionaria que los Kirchner. La gente busca, hay un sector que consiguió empleo entonces tuvo miedo de volver a tiempos peores. Y el caso de Macri impactó porque viene de otro sector que no es político y la gente toma a la gestión en Boca como un ejemplo. Su habilidad fue mostrar que no tiene que ver con la clase política y además tenía poder. La clase media cambia su voto, no es como la clase obrera que siempre fue peronista. Votó a Menem. Cuando piensa que le va a beneficiar vota. Cuando empezó a mejorar la situación económica buscaron un voto conservador, que fuera un cambio en lo político pero no en lo económico.
- Piensa volver a presentarse para algún cargo en las próximas elecciones.
- No lo descartamos, tenemos que analizarlo. Venimos de una experiencia dura con los legisladores que se fueron del partido luego de asumir. Creo que fue un error presentarse a las elecciones, porque nos conocíamos poco. La mayoría de los legisladores se fueron con Kirchner o la izquierda tradicional, son Borocotó.
- ¿Se siente decepcionado?
- No, para nada. Seguimos construyendo nuestro espacio, con avances y retrocesos. Ahora tenemos a Gerardo Romagnoli que hace un buen trabajo, el problema es que se difunde poco. No podemos sacar solicitadas todos los fines de semana. No estoy decepcionado, impulso siempre a la gente a la que participe, se organice y no crea en una figura que dirija. Nosotros apostamos a los auto convocados. Un partido político tiene que abrir caminos para enfrentar la barbarie del capitalismo, es apasionante la tarea.

8.5.08

Frase más repetida en librerías: “Está agotado”

¿Por qué los libros se agotan? ¿Por qué cuando tenemos ganas de leer un libro desesperadamente no lo encontramos por ningún lado? ¿Acaso las librerías publican lo seguro y de lo demás se olvidan?
Por ejemplo, desde hace años parece imposible conseguir en Buenos Aires En el camino de Jack Kerouac, un clásico beat imprescindible.
La respuesta que dan en las editoriales es la esperada, aunque todavía un poco más pesimista: “Los libros no se vuelven a editar PORQUE NO VENDEN”, así de simple. La responsable de la oficina de prensa de Editorial Sudamericana, Florencia Ure, explica: “Si mandamos una edición nueva a las librerías y no se vende los títulos se devuelven, porque las librerías tienen una capacidad limitada”.
A la hora de explicar por qué hay ciertos libros clásicos que no se editan, como En el camino, la razón es muy clara: “No se pueden hacer 200 ejemplares de Kerouac porque no es redituable y más no los compra nadie, vender 500 ejemplares en un año no es negocio”, dice Ure.
Esa es la triste realidad. Para conseguir un libro agotado, la única alternativa es buscar en librerías que traen textos importados, pero son carísimos, o bajar de Internet, pero por supuesto un libro no es como un disco que se puede escuchar sin importar demasiado el soporte físico, con el libro todavía es necesario tenerlo en la mano y pasarle las hojas.