11.3.11

Dolor por la muerte de David Viñas

Fueron cuatro o cinco clases, allá por agosto de 2003 o 2004, cuando se abrió la cátedra de Problemas de Literatura Latinoamericana y él era el titular. David Viñas era una de esos intelectuales que a cierta altura de la vida su formación académica se mezcla con su ser humano, y la experiencia, los golpes y las ideas devienen un conocimiento que trasciende el mero hecho bibliográfico. Hablaba de libros, pero también hablaba de su experiencia de vida, de la Facultad pública que tanto defendía, de mantenerse fiel a sí mismo y de la importancia del pensamiento crítico, eso era para él el privilegio que nosotros teníamos como estudiantes de Letras, el pensamiento crítico. Después enfermó y ya no pudo venir a darnos clases durante dos horas ni una vez por semana. Además de la enseñanza de sus libros, del placer de leerlo, se convirtió en un símbolo de resistencia, al dolor, al paso del tiempo, a las injusticias, al silencio. Resistencia cultural, política y estética. Tal vez su enseñanza más grande fue transmitir que resistir es mantener siempre el espíritu y el pensamiento crítico.