Acabo de ver la entrevista a Omar Chabán. Por un lado no le creo nada de nada lo que dice, desde que no le pagó nunca a la policía hasta que él no sabía que Cromañón no debía estar habilitado. Cualquiera que fue a Cemento alguna vez se da cuenta que a Chabán no le importaba nada la seguridad de la gente que asistía a los shows. Creo que él es responsable y debe ser juzgado, igual que Ibarra, los inspectores, bomberos, los policías y Callejeros. El gerenciador de Cromañón afirmó que los principales responsables son los tres chicos que tiraron las bengalas. Dice que sin ellos nada hubiera pasado, pero la falta de previsión es tan asesina como la acción, y él sabía que a su local entraban chicos con bengalas. Por otro lado me dio pena, un sentimiento humano. Creo que es justo que esté en la cárcel pero no que sea el único. Una de las entrevistadoras, Sylvina Walger, dijo que “los padres son lucradores de hijos muertos” o una bestialidad semejante y aseguró que Chabán “es una víctima”. Hay gente que puede hablar tantas idioteces que da bronca. La única justicia se hará cuando la verdad total se conozca, cuando las partes de este cruel rompecabezas se junten, pero hasta ahora la sociedad entera parece no estar dispuesta a enfrentarla.