¿Así lo soñó Borges?

En la era de Internet el lugar de la literatura pasa a tener una nueva dimensión. La tecnología brinda una versión moderna de la biblioteca de Babel que imaginó Jorge Luis Borges. En los programas de intercambio de archivos no sólo pueden encontrarse películas o discografías enteras, también hay libros en formato pdf, doc o txt. Con sólo poner el nombre del autor buscado y una de las palabras del título del libro en el Emule surgen grandes cantidades de archivos para elegir, y ya no es necesario recorrer bibliotecas para encontrar ese libro agotado.
Muchos se preguntan si esto significa el fin del mercado literario. Pero las editoriales no tienen de qué preocuparse, los libros seguirán comprándose en las librerías, porque el placer que genera un texto de papel es incomparable al que produce la lectura en la pantalla. Claro que puede llegarse a un intermedio imprimiendo el texto y mandándolo a encuadernar. Pero la búsqueda de libros en Internet sólo es útil cuando están agotados o cuando el precio es inalcanzable.
Ahora está surgiendo el intercambio de audio libros, que permiten escuchar obras enteras a través de voces que "dramatizan" el texto con musicalización y efectos de sonido. Me parece un intento superficial de simplificar la actividad de leer, que quita el esfuerzo intelectual de abrir un libro y dedicarle un tiempo. Sería positivo que ese mercado esté dirigido a los no videntes, pero no parece ser esa la intención.