Papeleras

“Todo tiene solución menos la muerte”, fue la respuesta que me dio Romina Picolotti, asesora legal del gobierno en la presentación ante La Haya, cuando le pregunté si creía que podía solucionarse el conflicto entre Argentina y Uruguay por las papeleras.
Y justamente de eso se trata: de evitar muertes en el futuro, del río, del aire, de la belleza de un lugar natural, y hasta la muerte lenta de alguna persona.
Entre las medidas a tomar para evitar consecuencias graves, Picolotti dijo que se podrían trasladar las fábricas a otro lugar con tierras fiscales sin poblaciones cercanas, controlar el funcionamiento de las empresas, utilizar la mejor tecnología posible, y hacer un polo turístico en Fray Bentos para darle una salida laboral a la gente. Todas disposiciones lógicas que parecen quedar afuera de la mente de los gobernantes que van perdiendo cada día un poco más de sentido común, de los dos lados del río.