The Queen is Dead de The Smiths es uno de esos discos perfectos e inolvidables, esos que hicieron historia y que son eternos porque están más allá del tiempo. Salió en 1986, pero sigue siendo tan actual como hace 24 años. El tercer disco de la banda de Morrisey es hermoso de principio a fin, diez canciones cargadas de densidad, de brillante oscuridad y devastadora sutileza melancólica. Con "Bigmouth Strikes Again" hasta demostraron que la tristeza se puede bailar. Una voz cavernosa y seductora, con letras cínicas, profundas y críticas y un sonido que luego se convertiría en una de las influencias fundamentales del brit pop, que mezcla armonías pop con toda la fuerza del rock y la crudeza del punk. "There is a light that never goes out" es tal vez mi canción preferida de la banda, pura emoción épica y demoledora.
Take me out tonight…
12.4.10
Escuchamos Morrisey
Etiquetas:
Discos Perfectos,
Música
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