Al igual que la música que escuchamos, los libros que leemos y las películas que vemos, los lugares de los que nos enamoramos y nos sentimos parte, definen lo que somos como personas. Después de haber recorrido varias ciudades y pueblos, hay algunos rincones recónditos de este mundo que para mí son especiales:
1) Buenos Aires, porque es la ciudad donde vivo y me gusta, aunque a veces me agota.
2) Rosario, la otra ciudad de la Argentina en la que me quedaría a vivir, por su cultura, su gente, su arte, sus bares y plazas.
3) San Marcos Sierra, un pueblo de Córdoba, ubicado a 43 kilómetros de Capilla Del Monte. Un reducto mágico de la naturaleza, mezcla de ultra tranquilidad hippie con calles de tierra y nueva modernidad con locales gastronómicos de cocina de autor. El cruce justo de naturaleza y cultura, pero cultura latinoamericana. El lugar perfecto para pasar los últimos años de vida.
4) Punta del Diablo, un pueblo de pescadores en la costa uruguaya. Tiene tres playas semicirculares, y todo respira una estética rústica. Parece que ahora se está poniendo un poco más de moda y están construyendo bastante, pero sigue siendo atractivo. Además está debajo del cielo más estrellado que vi en mi vida.
5) Paris, por supuesto. El lugar por excelencia, para volver, para quedarse y redescubrir cada rincón. Romanticismo, melancolía, arte. Quiero morir en Paris.
6) Barcelona, porque debe ser la ciudad más completa del mundo ¿Qué le falta a Barcelona?
7) Madrid, por el encanto señorial de sus callecitas, sus plazas, su lengua.
8) Parque Nacional Los Alerces, el bosque para perderse.
26.12.05
Mis lugares en el mundo
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