Alivio de luto

Joaquín Sabina volvió a los estudios para grabar Alivio de Luto, el sucesor de Dímelo en la calle (2002). Después de escuchar el disco no se puede más que adherir a la máxima que asegura que no hay nada como la desgracia para un artista. El cantautor español estuvo gravemente enfermo y todo ese temor a la muerte está plasmado en el álbum. Sabina compuso esas letras melancólicas que tan bien le salen, con algunas frases hirientes, irónicas, angustiantes, pero tampoco demasiado, como para no hacer un disco tan oscuro e inaccesible.

El tema que abre el disco, “Pájaros de Portugal”, se refiere a una pareja de chicos que se escaparon de sus casas para conocer el mar. “Arcángeles bastardos de la prisa” es una de las frases que los describe en la letra. “Qué vacío deja la ansiedad”, dice después.

El segundo, “Pie de guerra”, es una manifiesto sobre la realidad a ritmo de una guitarra pausada. “Mientras la tierra gire y nade un pez/ hay vida todavía”, asegura la letra.

La tercera canción del disco, “Ay, Rocío”, está dedicada a su hija adolescente. “No me cuentes tu vida/ que no es comercial/ me decías en e-mail parricida/ ya no tienes edad/ añadías/ basta de despedidas” dice.

“Contrabando” tiene un ritmo más rockero, su letra pide: “Dame/ madrina de los sueños de los presos/ patrona de los huérfanos de besos/ señora de la confusión/ dame tu santa bendición”.

“Paisanaje” ya desde el título es un hallazgo. Con un tono flamenco ruega “Tan vecinos y tan lejos/ verte y no verte/ tan jóvenes y tan viejos/ muera la muerte/ tan jóvenes y tan viejos, muera la muerte”.

El sexto tema es “Resumiendo”. La canción va un poco más rápido y tiene un coro que lo acompaña en el estribillo. Dice: “Nos tocaba crecer y crecimos/ vaya si crecimos/ cada vez con más dudas/ más viejos, más sabios, más primos/ pero todo se acaba, ya es hora de decirte ciao/ me ha citado la luna en Corrientes esquina Callao”.

“Mater España”, es una canción dedicada a toda España, por si no alcanzaban los temas que ya le compuso a Madrid: “bendita España/ de Azañas y Machados”.

“Las vecinas se han sentado a ver/ cómo agoniza el del noveno B/ entre vírgenes milagrosas”, dice con un sano humor negro en “Con lo que eso duele”.

“Dos horas después”, es bastante triste, bien Sabina, con una buena melodía. Una de las mejores letras del disco: “el sol es una lágrima en un ojo/ que no sabe llorar”. “Han pasado los días como hojas/ de libros sin leer”.

“Me pido primer” es la canción más rockera del disco, para levantar un poco. “Mi primer desconcierto se llamaba destino/ mi primer esperanto se llamaba español”.

“Nube negra”, otra dolorosa letra, pura poesía: “cuando juego mi muerte al verso que no escribo/cuando sólo recibo noticias de la muerte/ cuando corta la espada de lo que ya no existe/cuando deshojo el triste racimo de la nada”.

“¿Quién dijo que hoy es múltiplo de antes/y el ego un envidioso malcriado/ qué maldición separa a los amantes/ que no se han olvidado”, dice en ”Números rojos”, en una canción dedicada a un amor cotidiano.

El disco cierra con “Seis tequilas”, para que quede claro: “Me falta una verdad,me sobran cien excusas/ qué borde es la ansiedad/ que pérfidas las musas”.