Otro disco perfecto de principio a fin, sin respiro, sin concesión, pleno de magia eterna, de esos que te hacen llorar, no sólo emocionarte o que los ojos se llenen de lágrimas, llorar sin poder parar, de una felicidad extraña, distinta, conmovedora, que sólo la música puede provocar: The Wall de Pink Floyd. Amo a Pink Floyd pero sobre todo este disco. The Dark Side of the Moon y Wish you Were Here también pueden ser considerados perfectos, pero como acá todo es subjetivo, decretamos que el más hermoso disco de Pink Floyd es The Wall. Tiene todo: climas acústicos, lentos, cargados de fuerza, psicodélicos, progresivos; espíritu de rock contestario, letras poéticas y repletas de contenido, como un grito en la cara de un sistema capitalista inhumano que se cae a pedazos. Una pieza que forma una totalidad y a la vez está fragmentada en partes independientes, una ópera rock sin fisuras creada por la mente del genial Roger Waters. Hay armonías melancólicas y otras que trascienden la melancolía y se detienen en la oscuridad más densa. Hay sentido relacionado con el mundo exterior, criticando a instituciones sociales alienantes como en Another Brick in The Wall, un alegato visceral contra la educación conservadora, y hay sentido relacionado como el más hondo mundo interior como en Comfortably Numb. Cada una de las 26 canciones del disco es una obra de arte irrepetible. Mi tema preferido, el más perfecto y el más emotivo, es Hey You, que increíblemente no fue incluido en la película de Alan Parker. Lo puedo escuchar una y otra vez y otra vez y otra vez....
Together We Stand, Divided We Fall!
12.5.10
Pink Floyd The Wall
Etiquetas:
Discos Perfectos,
Música,
Pink Floyd
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1 comentario:
Un gran disco. Te felicito por el blog. Yo también soy de Letras. ¿Cómo es TEA? Yo pensaba hacer periodismo paralelamente con Letras, aún no me decido.
Saludos.
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