16.4.06

Conflicto en la UBA

La crisis en la UBA volvió a los medios por las reiteradas tomas del Colegio Nacional Buenos Aires por parte de estudiantes militantes que intentan impedir que Alterini asuma como rector. Como siempre, los medios masivos sólo se detienen en los problemas básicos de la sociedad cuando hay un escándalo de por medio. La cuestión que se debate en la UBA va mucho más allá de si Alterini fue o no fue cómplice de la dictadura, tiene que ver con la representación nula de los estudiantes, tanto en los puestos de poder como en los cuadros militantes. Nadie representa a los estudiantes ni de un lado ni del otro, y a nadie parece importarle de verdad.
Hay que cambiar muchas cosas de la UBA, pero también, creo, hay que defenderla, protegerla de los intereses internos y externos, e impedir cualquier intento privatizador. Con los infinitos defectos, sigue siendo lo mejor que tenemos como institución educativa.
Hoy Pagina 12 expone diferentes miradas desde el centro del problema: La UBA en crisis.

Lucas Rubinich “Actor de la vida política”

“Un presupuesto diez veces menor a otra de las grandes universidades latinoamericanas suma un elemento estructural que hace más compleja la situación de deterioro. Probablemente el prestigio sostenido, aunque se transiten momentos difíciles, esté asociado a una impronta de alta valorización de la universidad pública que se sigue sosteniendo bajo la forma de práctica cotidiana en amplias franjas de esta comunidad académica más allá de posiciones políticas o desencantos frente a ellas”.

Maria Pia Lopez “No puede ser mero artilugio o chicana”

“No se saldrá de la crisis, porque no se saldrá del enfrentamiento entre un modo restrictivo y corporativo de organizar la política en la UBA, y un modo del activismo militante que sabe confrontar mejor con sus adversarios que dialogar con sus bases”.

Mario Rapoport “El espíritu de la reforma”

“Este es el fundamento de lo que está en juego en la UBA: los problemas de representatividad y una partidización política vinculada a intereses extrauniversitarios (que afectan indirectamente la propia autonomía), por un lado, y la disociación entre la profesionalización, la docencia, la investigación y los contenidos humanísticos y culturales, por otro”.

Horacio Gonzalez “Enlace de masas y sutileza intelectual”

“El desafío de las facultades de Ciencias Sociales, Arquitectura, Filosofía y Letras y Ciencias Exactas, sosteniendo al candidato emanado de esta última, es gestar un nuevo lenguaje que recree el espíritu universitario a través de una alianza entre un movimiento estudiantil que también rehabilite sus interés por la autorreflexión, el conocimiento de lo real sin clisés, la superación de la absurda escisión entre “ciencias duras y blandas”, la crítica a terminologías profesorales congeladas, el interés filosófico por la técnica y la disconformidad con disposiciones técnicas que opacan el necesario recurso a la sabiduría filosófica. En suma, la elaboración de un proyecto de enlace entre una universidad, a la vez, de masas y de alta sutileza intelectual”.

Andres Carrasco “Fragmentación y descrédito”

“La UBA enfrenta una fragmentación y descrédito social con un rectorado sobrepasado por los gritos de uno y otro lado, candidatos sin programa que suman al clientelismo juicios descalificatorios cruzados en un caos que podría colapsar la ya frágil institucionalidad de la UBA. A este escenario crispado con excesos de retórica disfrazada de ideología, se suma la intromisión indisimulada y cambiante de sectores del gobierno nacional que no se abstuvo de terciar en la puja; la señal más evidente de la crisis institucional que desde la dictadura convirtió a la UBA en un campo de batalla de partidos políticos que nadie supo, pudo o quiso revertir”.

1 comentario:

Hache dijo...

Como estudiante y docente (ad honorem) de la UBA, creo que primero que nada es preciso mejorar la representatividad de cada institución. Para ello se precisa blanquear muchas cosas: dar representatividad a los no docentes, a los ad honorem, cambiar las proporciones docentes, graduados, estudiantes a favor de estos últimos. ETC.
POr otra parte, como da cuenta Gonzalez, la UBA está fragmentada por fuertes intereses en no perder de vista las facultades de Derecho, Ingenieria y Economia por un lado y el resto (la de los lumpen), las de profesionales que "no tienen incidencia" sobre el modelo de acumulación, por otro. Por eso hay que luchar por una sola UBA, para todos, democrática, con disenso y consenso, pública y representativa de la mayoría de sus habitantes (no solo de los más fuertes). Esta claro que el problema es en chiquito el mismo que el de la Argentina. Pero por ahora lo bueno es que haya debate. Que se sepa y que se hable.