Las hormigas salieron de sus hormigueros y provocaron un caos. Es impresionante como la ciudad depende del subte para mantenerse medianamente ordenada. Un día sin líneas de metros y Buenos Aires triplica su caos: colas exorbitantes en las paradas de colectivos, calles atestadas de empleados que salieron con sus vehículos y de taxis que esperan llegar a alguna parte. Esta ciudad está sobre saturada y la falta de un medio de transporte no hace más que corroborarlo. Mientras tanto se siguen construyendo torres en todas partes, para que cientos de personas vengan a habitar lo inhabitable. Claro que a ningún funcionario se le ocurre controlar nada, y meterse contra uno de los sectores claves de crecimiento económico como es la construcción.
Por suerte, todavía está el tren, un medio al que gran parte de la clase social que viaja en subte ni se anima a acercarse.
12.4.06
Caos urbano
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