30.11.05

Canciones para recordar

La música siempre fue una de las cosas más importantes de toda mi vida, no puedo imaginar ni un día sin música, todo sería infinitamente más triste. La música, además, es el arte que tiene la mayor capacidad de retener una carga personal. Podemos depositar en las canciones que amamos un momento preciso para terminar transformándolas en un símbolo de un lugar, un amor, una época, una amistad, una noche, un viaje.
Hay canciones que me hacen acordar a mis amigas que ya no veo, a los amores perdidos, a las fiestas más divertidas, a cuando conocí a mi novio; y esas canciones se vuelven doblemente emotivas porque están cargadas de recuerdos.
También hay canciones que me hacen acordar al viaje a Europa, sobre todo dos.
Es raro, porque son canciones que sin ningún contexto ni siquiera me gustarían, es más, seguramente las odiaría.
Una es del guitarrista sueco de metal, Yngwie Malmsteen, "You don't remember, I never forget". En todos los lugares más increíbles en los que estuve pensaba en esa canción, supongo que por lo de "I never forget".
La otra es "Resurrección", de Amaral, la nueva banda de moda en España, que suena igual que La oreja de Van Gogh. La pasaban en todas partes y me gustaba la frase "Antes que se vaya mi melancolía, me devuelves de nuevo a la vida".
Ahora que volví también me emociona escuchar "London Calling", "Pongamos que hablo de Madrid", "I love Paris".

Desarraigo

La gente que se va a vivir afuera siente desarraigo, es inevitable. No tiene que ver con nacionalidades, ni con un exagerado amor a la patria, sólo con el hecho real de que es casi imposible no extrañar el lugar donde vivimos, crecimos, quisimos y nos desesperamos. Cuando uno está afuera de su espacio cotidiano lo que más se extraña, creo, es el lenguaje, la idiosincrasia, las personas queridas y las costumbres. Se extraña un poco menos la comida, las calles, la cultura. Cuando uno vive mucho tiempo en otro lugar la personalidad se desdobla para siempre, porque ya hay dos lugares para extrañar y para sentir propios, y como no se puede estar en dos lugares a la vez uno vive con una nostalgia permanente del lugar en el que no está. Como le pasa al personaje de Daniel en El Común Olvido, la novela de Sylvia Molloy que toca este tema de una forma tan precisa e inquietante.
¿Se puede sentir desarraigo de un lugar donde sólo se estuvo cinco días? Quizás sea porque no siempre el lugar de pertenencia coincide con el lugar donde nos tocó nacer. Paris me produce una enorme nostalgia, mezcla de emoción amarga y recuerdo placentero.

29.11.05

De paseo por el barrio chino


El miércoles pasado fui a comer a Buddhaba, un pituco restaurante chino ubicado en Arribeños y Olazábal. El lugar es una casa reciclada, como tantas en Buenos Aires, y el salón principal está elegantemente decorado con tonos rojos y camel.
En vez del clásico pan con manteca traen una especie de picles un tanto amargos. Nos atendió un mozo joven muy amable que nos dio una clase rápida de cómo usar los palitos chinos, todo muy didáctico, pero por supuesto no entendimos nada, así que después de intentar algunas veces con relativo éxito decidimos abocarnos al conocido tenedor.
Como los precios superaban nuestro débil bolsillo de clase media empobrecida, pedimos una entrada y un plato para compartir. La entrada fue un Pate Imperial, que se traducía en arrolladitos de pollo estilo vietnamita sobre hojas verdes y menta. Estaba bien, pero bastante sobrio. Luego nos trajeron el plato principal: Amante celoso era el título de la comida que consistía en un cerdo empanado con una salsa demasiado dulce. Era rico, pero no estaba a la altura de las expectativas que generaba la belleza del ambiente.
Pagamos 45 pesos entre dos y nos fuimos caminando por Juramento. El sábado volví a comer al barrio chino a un lugar que se llama Palitos y que queda casi enfrente de Buddhaba. La comida era más abundante, y menos gourmet, y el lugar es más despojado e informal pero tiene su encanto. Además pedimos dos platos y salió la mitad.

26.11.05

Roma protesta


En Roma me encontré con esta marcha,
los italianos protestan de un modo muy similar al nuestro: cantan, bailan y llevan pancartas.
Parece que por estos días esta imagen está siendo muy vista por el centro histórico, ¿Berlusconi tendrá los días contados?

24.11.05

Siempre tendremos Paris...


Como le dice Rick (Humphrey Bogart) a Ilsa (Ingrid Bergman) en 'Casablanca'.
Cuando los sucesos avanzan y el tiempo queda atrás, cuando el mundo se hunde en la más aberrante de las miserias y todo alrededor está perdido para siempre, los recuerdos que permanecen se convierten en la forma más firme de resistencia.
Y no por nada Paris es el significante de todo ese mundo brillante, irresistible, perfecto.

21.11.05

La construcción de la identidad nacional

Esta moda del revisionismo histórico, gracias sobre todo a los libros de Felipe Pigna “Los mitos de la historia argentina” y el programa que realiza para Cuatro Cabezas “Algo habrán hecho”, es una buena oportunidad para empezar a interesarse por conocer un poco mejor las causas de tantas desgracias y desaciertos nacionales.
Me acuerdo que el año pasado hablé con Martín Kohan para el 17 de agosto, y lo que dijo pasó sin pena ni gloria por la radio.
El crítico literario y profesor de la facultad (recuerdo con mucho cariño las clases de teoría literaria II) editó por Adriana Hidalgo “Narrar a San Martín”, el libro sobre el que trabajaba en aquel momento.
Algunas de las cosas que le pregunté:

- ¿Qué es San Martín para la historia argentina?

- Representa la definición más integral de lo que es la identidad nacional, pero yo no estoy de acuerdo con que él sea el gran héroe. San Martín es un tipo de figura que se adapta a todas las maneras de pensar lo argentino.

- ¿Porqué es tomado en la actualidad como un símbolo patrio, qué cosas seducen de su figura?

- La cuestión de la rectitud moral. La idea que afirma que no se entrometió en problemas internos, no tuvo conflictos con otros argentinos. Pero yo no soy sanmartiniano porque no me entusiasmo con los fervores de la nacionalidad, desconfió mucho de la llamada identidad nacional. Se construyó un mito alrededor de San Martín del que yo descreo.

- ¿Creés que despierta un fanatismo nacionalista que atrae a la derecha?

- Hay una tradición de derecha muy fuerte, todos los sectores de derecha van detrás de San Martín, pero la izquierda también. Es un ejemplo de porqué puede funcionar como funciona como héroe nacional, todos los sectores por enfrentados que estén se remiten a San Martín. La izquierda arma una tradición que va de San Martín al Che Guevara, los partidos de izquierda lo toman mucho por su latinoamericanismo, la guerra contra una colonia. San Martín se presta a legitimar posiciones ideológicas opuestas. Sería como un paradigma de la penetración imperialista.

- ¿Qué cosas rescatás de su figura?

- Su eficacia militar, pero que el prócer nacional por excelencia esté tan fuertemente marcado por lo militar no es la mejor de las ideas. Se lo dice Alberdi a Mitre: poner un militar como ejemplo máximo de la nacionalidad es una idea desgraciada, tendría que ser alguien más ligado a la paz y la libertad, y no a la guerra. A mí me fascina su figura, creo que es por la fascinación que despierta en nosotros todo lo que nos resulta otro, es la fascinación que ejerce el contrario. Pero por otro lado, veo una pobreza intelectual, doctrinaria... San Martín era un militar cuadradísimo: no escribió nada. Desde que se retira estuvo 30 años sin hacer nada de nada. No lo discuto a él como militar, pienso ¿a quién elige una nación como ejemplo y como héroe máximo? A mí me interesa la manera en que se diseña la identidad argentina para elegir a San Martín. Yo analizo un proceso cultural de definición de una identidad.

20.11.05

Kontroll


Filmada en el subte de Hungría, con una atmósfera claustrofóbica y oscura, la tercera película de Nimród Antal narra las aventuras de un grupo de guardias desdichados que se ganan la vida pidiéndoles boletos a los pasajeros. Entre la violencia, el amor y la búsqueda de sentido, el film se detiene en el personaje de Bulcsú, un joven perdido en su mundo interno que decidió no ver nunca más la superficie y viajar por el subconsciente escapando de la muerte. Con Sandor Csányi y Csaba Pindroch.

18.11.05

Nada que festejar

El desempleo sigue bajando según datos oficiales del Indec:
La desocupación bajó a 11,1 por ciento

El Gobierno espera que para el final de su mandato la medición sea de un dígito. Si se cumple seguramente salga a festejar y a hacer los discursos victoriosos que tanto le gustan.
Pero mientras tanto calculan como ocupados a quienes reciben sólo 150 pesos y siguen al margen del sistema laboral, no desarrollan ninguna medida concreta y efectiva para crear empleo y no atacan el problema que crece cada vez más: la pobreza con trabajo, porque mucho de ese 88,9 que está ocupado gana un sueldo inferior a la canasta básica total y en muchos casos a la canasta alimentaria.

Paris melancólico



Pintores, escultores, músicos y escritores de diferentes estilos se unen a través del hilo conductor de la melancolía. Depresión como motor de vida y creadora de arte, es lo que puede verse en Melancolía, genio y locura en el mundo occidental, una muestra que se exhibe en el Gran Palais, con un halo de elegancia y romanticismo típico de Paris.
Dividida en ocho tiempos históricos, incluyendo la antigüedad, la modernidad, el renacimiento y el naturalismo; la exposición contiene obras de Dürer, Goya, Friedrich, Delacroix, Rodin, Van Gogh, y Picasso, entre otros.
En sus majestuosas salas encontramos desde la expresión de la melancolía personal de la edad media, hasta la melancolía social que refleja la angustia por los deseos incumplidos de igualdad y justicia.
Las pinturas están acompañadas por fragmentos en las paredes de textos famosos sobre la melancolía, mientras en el ambiente suena Mozart, Vivaldi, Schuman y piezas clásicas que se detallan al final de la galería.
Todos los días, salvo los jueves, de 10 a 20, y los miércoles de 10 a 22, hasta el 16 de enero de 2006. En 3, avenue du Général-Eisenhower, a pasos de la estatua de Charles De Gaulle en los Champs-Elysées.

17.11.05

El perseguidor...

Estuve leyendo en varios blogs el rechazo que genera este señor Gabriel Salcedo:
Salcedo, persona no grata en eBlog; The police
Rechazo totalmente justificado y al que por supuesto adhiero. Me acuerdo que hace unos años le hice una nota al tal Salcedo, que por suerte nunca se publicó. Fui a su lujosa oficina con vista al río, y me estuvo hablando como dos horas. En esa época estaba más interesado en la venta ilegal, y decía que no pensaban atacar a los usuarios de Internet que se bajan música por placer personal. Me dijo cosas como esta: "Internet no es el problema sustancial en la Argentina de hoy, la penetración de Internet en los hogares es muy baja como para suponer que eso es lo que está destruyendo a la industria discográfica".
Se ve que la penetración de Internet en los hogares creció y les empezó a preocupar.

Esta gente tiene una actitud tan soberbia, y es tan obvio que lo último que les importa es el arte o la música, y menos el ingreso del artista. Sólo se preocupan por el lucro empresario y ni se ponen a reflexionar seriamente en que es imprescindible que bajen los precios de los cds.
Es lamentable tanta hipocresía y tanto discurso retrógrado.

Silvana presenta su corto

Analizando títulos

Hace ya bastante tiempo que los medios gráficos masivos utilizan títulos nominales sin verbo.
Por ejemplo: Fuertes críticas al Presidente desde la oposición
o
Preocupación por la violencia contra jubilados

No digo que no sea correcto sintácticamente, pero es pobre, incompleto, poco jugado.
No me gusta! Escribir con sujeto y predicado es más claro y mantiene la forma estética.

La revolución al sistema

La revolución también llegó al mercado tecnológico, y aunque no parece que fuera a destruir al capitalismo, la existencia de Linux es uno de los obstáculos más peligrosos para el monopolio Bill. Estos chicos que crearon Linux no fueron en su momento muy concientes de su poder anti sistema, su objetivo era sumar un nuevo invento a su universo práctico, pero sin darse cuenta crearon una estructura comunista que se convirtió con el tiempo en una bandera de la libertad intelectual y los derechos gratuitos a la cultura y al saber.
Con este sistema operativo se quiebran las barreras del lucro y el dinero deja de ser la fuente principal para adquirir un producto de utilidad. Los diferentes ciberneticos pueden experimentar nuevos programas, con la sola condición de compartirlos para que otros puedan verlos y se inspiren para continuar con la cadena del software.
Linux es gratis, libre, abierto, y además más simple de utilizar ¿entonces porqué la mayoría de la gente insite en seguir acrecentando las arcas de Windows? Todo es cuestión de marketing, y hay que admitir que el sistema es un poco elitista, ya que sólo los que saben pueden ser parte y sentirse verdaderos programadores al servicio del crecimiento informático. Aunque cada vez se está expandiendo más, y hasta Lula dispuso en Brasil que todas las computadoras que funcionan en el Estado tengan Linux. Por ahora, Bill no parece muy preocupado, hay gente que sigue creyendo que las cosas que se pagan son mejores, aunque se basen en la completa ignorancia.