(No) Vivir de la literatura

El nuevo número de El Interpretador está dedicado al trabajo e incluye tres preguntas sobre el mundo laboral a varios escritores jóvenes, y no tanto. La conclusión por lo que señalan todos es que nadie vive de la literatura en este país, si al hablar de literatura nos referimos a escribir libros. Nadie gana lo suficiente con eso.
Todos aseguran vivir de alguna actividad relacionada con la literatura. Las más nombradas son las clases universitarias y el periodismo cultural. Otros hablan de traducción, escritura de guiones, enseñanza de español para extranjeros, empleado en librerías, colaboraciones en congresos, edición y corrección, y otras cosas parecidas. Todos dejan entrever que sueñan con vivir de sus obras de ficción, pero no les preguntaron por qué creen que hoy por hoy no pueden ¿A nadie le interesa la literatura? ¿Nadie, salvo algún estudiante de letras, compra “libros raros” en las librerías que no sean de los autores de siempre? ¿Las editoriales se llevan toda la plata? ¿Será un poco de todo? ¿Qué hacer para revertirlo?