Francia contra la poesía

El conservador francés Nicolas Sarkozy dice que quiere ganar la segunda vuelta para "derrotar la herencia del mayo del '68". Quiere destruir las ilusiones, la resistencia, el arte, la imaginación. ¿Alguien en Paris está dispuesto a eso? Las encuestas dicen que sí, y da mucha pena,
¿ya se acabaron las flores de 1968?

Aquel año mayo duró doce meses
tú y yo acabábamos de nacer
y un señor muy serio moría del disgusto
en la primera página del ABC
los claveles mordían a los magistrados
París era un barrio con acordeón
Marx prohibió a sus hijos que llegaran tarde
a la dulce hoguera de la insurrección
la poesía salió a la calle
reconocimos nuestros rostros
supimos que todo es posible
en 1968
Jean Paul Sartre y Dylan cantaban a dúo
jugaban al corro Lenin y Rambaud
los relojes marcaban 40 de fiebre
se hablaba de sexo en la empresa Renault

La vida de los otros

Política, arte, poesía, vida y un guión perfecto. Eso es en esencia esta película alemana con una estructura geométrica pero vital y fluida.

Un agente de la policía secreta de la alemania comunista debe espiar a una pareja de artistas que tiene a la libertad como premisa. La cámara se mete en la soledad de ese hombre que se va mezclando con la vida del escritor y la actriz que espía.

El espía (una especie de doble alemán de Kevin Spacey) se va transformando, desde el monstruo controlador en la era de gran hermano hasta el sentimental humanizado y sensibilizado por el arte.

Es pura belleza, llena de arte vital, "el arte por la vida". La película ganó el oscar a mejor film extranjero, una de las pocas galardonadas que de verdad se lo merece.

Pantalones y talles

¿En qué habrá quedado la famosa ley de talles? La norma salió, pero por supuesto no se cumple. Si una tiene un poco más de 60 de cintura y 90 de cadera salir a comprarse un jean es un calvario. Hay marcas, por ejemplo Ona Saez que tiene como talle máximo el 27. Después de eso, nada, no existe. Otras como Paula Cahen D’anvers tienen todos los talles iguales. Una pide 28, 29, 30 y 31 y son exactamente iguales, sin diferencia aparente. Los pantalones parecen estar diseñados para modelos perfectas, no para la realidad. Además, casi todos los diseños son ajustados, para incentivar eso de que la mujer es puro objeto de consumo sexual. Si una quiere un jean que no ajuste las piernas, tiene 10 centímetros de sobra en la cintura. Además, ahora la moda es “chupin”, hay que pelearse con el pantalón para que suba porque de la rodilla para abajo es un tubo diminuto. Y ni hablar de los precios, con lo que vale un jean se puede comer y sobrevivir más de 20 días. Así que por ahora, tendré que arreglarme con mis viejos pantalones de siempre.

Casablanca

Es una película perfecta. Se realizó en 1942 pero sigue siendo actual, sin sobreactuaciones ni impostaciones como muchos films de la época. Es romántica y política, es musical y estética, es emotiva y reflexiva. En su momento fue experimental. No como el bodrio de Lo que el viento se llevó.
Y tiene algunas de las mejores frases de la historia del cine:

“Louis este es el comienzo de una gran amistad”

“El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”

“Si ese avión despega y no estás con él lo lamentarás, tal vez no ahora, tal vez ni hoy ni mañana, pero más tarde, toda la vida”

“Tócala, Sam” (y no tócala de nuevo Sam, como se cree)

Pero la mejor de todas es sin dudas: “Siempre tendremos Paris”

Salir a comer

Comer afuera sigue siendo una de las salidas preferidas de la gente. Cuando se está cerca de los 30 años, por lo general, una cena con amigos, la familia o la pareja, se convierte en un programa más entretenido que ir a bailar hasta altas horas de la noche.
Ir al cine y a comer, son los dos destinos elegidos para usar el tiempo libre.
Es sorprendente, el precio de una cena para dos personas no baja de los 40 pesos, y aún así no hay restaurante que no esté lleno un viernes o sábado a la noche. La moda de los vinos acrecentó, desde fines de los ’90, la costumbre de salir a comer. Los restaurantes se modernizaron y ofrecen cientos de alternativas diferentes. Comida oriental, mediterránea, mexicana, árabe, griega, peruana, de autor. La clase media sale a comer al menos una vez al mes, pero mucho lo hacen una o dos veces por semana. Comer afuera es parte de la cultura y todavía es un placer.

Idealización

“Uno estudia letras porque está en contra de algo”, fue una de las primeras frases que le escuché decir a un profesor cuando entré a la facultad, y supe que estaba en el lugar correcto. Después estudié y me dediqué al periodismo entonces surge la pregunta ¿por qué uno quiere ser periodista? También porque se está en contra de algo, de muchas cosas: del orden establecido, de las injusticias, de la frivolidad, de la mentira del poder y tiene la fantasiosa idea que con el periodismo eso se puede cambiar, que con algunas pocas palabras se puede abrir una mente o crear conciencia. Es una idea romántica. Unos cuantos años más adelante escuché decir a Chiche Gelblung otra frase: “el periodismo siempre es de izquierda”. Pero la realidad es paradójica porque los dueños de los medios casi nunca son de izquierda y casi nunca están en contra de algo.
Ahí es cuando la realidad y la fantasía chocan, cuando los estudiantes de periodismo se decepcionan porque los medios no son el lugar soñado. Sólo a veces se puede escribir algo diferente, con algún sentido, y por eso todavía vale la pena.

Cine y literatura

Termina el festival de cine y empieza el festival de libros. Dos eventos culturales porteños bastante diferentes, aunque con similitudes.

El Bafici es elitista, la Feria del libro es populista
Al Bafici concurre la juventud palermitana, a la Feria mujeres de clase media aburridas
Del Bafici intentan sacar rédito político, de la Feria también
En el Bafici creen saber pero nadie sabe nada, en la Feria los que saben son ignorados
En el Bafici pasan películas que no llegan al circuito comercial, en la Feria están los mismos libros comerciales de siempre

Los dos son eventos que solían interesarme, pero ya perdieron el encanto. Además me di cuenta que no hacen falta. El buen cine y los buenos libros están en otra parte.

Banco a la sombra

Estoy leyendo Banco a la sombra, el nuevo libro de Crónicas de María Moreno. Lo elegí sobre todo porque me pareció genial la idea: narrar historias que se formulan alrededor de plazas de algunas ciudades del mundo. Ahí está la Plaza de Catalunya de Barcelona, la Plaza San Marcos de Venecia, la Plaza Novona de Roma, que es sólo el marco para un poema, la Plaza de la muerte en el cementerio más grande de Paris. Europa vista por una argentina de viaje, que no hace el típico recorrido turístico pero que en el fondo tiene esa curiosidad exótica por lo lejano, pero que resulta cercano por el interés que despierta desde lo cultural.
Está plasmada la simplicidad de la post post modernidad, pero para mi gusto le falta un poco de humanidad.

Otra vez la muerte

Las fuerzas represoras del Estado mataron a un docente ¿Puede haber algo más representativo de la barbarie? ¿Algo más brutal? El gobernador neuquino, con su orden, aniquiló la vida de un educador, ¿puede haber algo más simbólicamente aterrador? Ya no alcanza con pagarles un sueldo de hambre, hay que salir a matarlos.

No es casualidad que esto haya sucedido en Neuquén, una provincia gobernada por el nefasto Sobisch. La responsabilidad siempre es política, pero los responsables nunca pagan.

Hace casi 10 años, el 12 de abril de 1997, moría Teresa Rodríguez, un ama de casa que se convertiría en un emblema de la lucha social.
El obrero Víctor Choque también fue acribillado por la represión policial.
A Aníbal Verón lo mataron en Salta.
En 2002, asesinaron a los piqueteros Kosteki y Santillán.
El fatídico 20 de diciembre mataron a más de 30 personas.

El periodismo durante la guerra de Malvinas

No ver, no oír, callar, mentir.

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