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4.2.10

La chocotorta perfecta

La chocotorta es para mi generación como la magdalena de Proust. Un sabor que remite a la infancia. Lejos de desaparecer con el paso del tiempo, la chocotorta ganó sofisticación y hoy se sirve en los bares más top de Palermo. Un postre bien argentino, típico de clase media. Capas de chocolinas de Bagley con mezcla de partes iguales de dulce de leche y mendicrim. Confieso que de chica la odiaba, me daba bastante asco ver como una especie de agüita salía de cada porción.
Nunca más volví a probarla, hasta el otro día cuando fuimos a Oui Oui, un bar con onda francesa en Nicaragua y Dorrego. Pedimos una porción, y era realmente perfecta. Deliciosa, nada que ver con el gusto agrio de aquellas chocotortas de cumpleaños infantiles. Una locura, como lo que nos cobraron después.

20.1.10

Combatiendo el capital

En nuestros ya clásicos almuerzos de martes con mi amiga Cielo, estuvimos en el Restaurante El General, en su nuevo local de Belgrano al 300. La antigua y mítica casa ubicada a dos cuadras, donde se reunían los líderes peronistas, cerró hace más de un año porque los dueños dejaron de pagar los sueldos y huyeron. Pero los trabajadores se unieron, crearon una cooperativa y hoy forman una empresa recuperada más de la que viven diez familias.
Las fábricas recuperadas asociadas al MNFR son 120, y aunque el fenómeno se gestó con la crisis de 2001, hoy siguen apareciendo nuevas cooperativas ahí donde los empresarios no pagan sus deudas y se van, dejando a los trabajadores sin empleo. A pesar de las innumerables trabas legales, y de la desaprobación de un sector de la población, las fábricas sin patrón funcionan y se mantienen con dignidad.
Y de paso, en El General se come riquísimo y relativamente barato.

5.6.09

Traducción libre


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Un hallazgo imperdible que me pasó mi amiga MGM. Y es real.

15.3.09

Cocina andina

Cada región tiene su comida, gustos particulares y sabores característicos que definen la cultura y el modo de vivir de un lugar. La cocina autóctona del Norte argentino tiene algunos ingredientes distintivos típicos de la zona: la llama, las papas andinas y la quinoa. Hay distintos modos de prepararlos: desde mujeres en las calles que arman empanadas caseras hasta combinaciones gourmet en algunos restaurantes de puntos más turísticos como Tilcara.
Cada preparación acompaña al paisaje y define la naturaleza y las costumbres del lugar, como el culto ancestral a la Pachamama.
En Tres Pozos comimos unas milanesas de llama bien caseras, dentro de una casa- restaurant que atiende a los esporádicos visitantes.
En La Chacana, un restó gourmet de Tilcara, la preparan envuelta en panceta.


También preparan un lomo con papas andinas.


La quinoa la sirven en ensalada, como risoto con champignones o para rebosar pollo.
Acá se consigue en algunas naturistas, pero no hay nada como probarla en el aire del norte, rodeada de cerros de colores.

25.5.08

Pierino

Uno de mis pocos gustos burgueses es comer afuera. Me encanta, aunque el precio no pare de subir, llegando en algunos casos a ser un verdadero despropósito.
Uno de mis lugares preferidos es Pierino, en la esquina de Lavalle y Billinghurst, cerca del Abasto. Lo descubrí cuando trabajaba cerca de ahí. El ambiente se asemeja a una cantina de los 50, con aires entre tangueros e italianos.
Cominos una riquísima cazuela de lomo y después no me pude contener y pedí el mejor postre con brownie que preparan en Buenos Aires. Tenía helado de chocolate, dulce de leche y chocolate caliente por encima. Un manjar.

21.4.07

Salir a comer

Comer afuera sigue siendo una de las salidas preferidas de la gente. Cuando se está cerca de los 30 años, por lo general, una cena con amigos, la familia o la pareja, se convierte en un programa más entretenido que ir a bailar hasta altas horas de la noche.
Ir al cine y a comer, son los dos destinos elegidos para usar el tiempo libre.
Es sorprendente, el precio de una cena para dos personas no baja de los 40 pesos, y aún así no hay restaurante que no esté lleno un viernes o sábado a la noche. La moda de los vinos acrecentó, desde fines de los ’90, la costumbre de salir a comer. Los restaurantes se modernizaron y ofrecen cientos de alternativas diferentes. Comida oriental, mediterránea, mexicana, árabe, griega, peruana, de autor. La clase media sale a comer al menos una vez al mes, pero mucho lo hacen una o dos veces por semana. Comer afuera es parte de la cultura y todavía es un placer.