10.5.09

Jardines en Otoño

Ya el título de la película remite a dos características que están presentes en todo el film. Los jardines en otoño por sus colores lúgubres, las hojas secas que caen y las flores marchitas no pueden más que ser melancólicos. Los jardines en otoño parecen un contrasentido, dos palabras que se contraponen de forma absurda. Eso tal vez sea la película de Otar Iosseliani, un absurdo melancólico. Momentos de tristeza enmarcados en el más fino humor absurdo. Melancolía que se burla de construcciones sociales como el trabajo, la política, la xenofobia, la relación entre madres e hijos y los estereotipos de género. Por momentos cuesta seguir el hilo porque simplemente no existe, la película es una continuidad de situaciones que muestran que a veces perder un trabajo, separarse y quedarse sin casa son hechos insignificantes frente a cosas simples y cotidianas como estar con amigos, tomar unos tragos y escuchar la mejor música.