Mi mundo privado es una obra maestra, Milk es el reflejo pálido y estereotipado.
El verdadero Gus Van Sant es el de Elephant y Paranoid Park, no este que se desfigura para gustarle a Hollywood. El director de Gerry parece haberse aprendido a la perfección las lecciones de la Academia: un guión lineal y aburrido, un antihéroe con obstáculos y un final grandilocuente con la palabra esperanza repetida hasta el hartazgo.
Pero eso sí, Sean Penn está GENIAL.
12.3.09
Milk
Etiquetas:
Cine,
Gus Van Sant
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