Acabo de encontrar el mejor ejemplo de intertextualidad. El mejor por lo obvio y fácil. Lejos de las miles de referencias más o menos ocultas del Ulises de Joyce, Enrique Vilas Matas hace un ejercicio minucioso y simple con su texto Paris no se acaba nunca en comparación con Paris era una fiesta de Hemingway. Hasta dice ser su doble y copiar su viaje de juventud por la ciudad luz. Con la simplicidad de la nueva post post modernidad y un lenguaje seguro y directo construye una obra espejo, conmovedora e irónica, como Pierre Menard, pero de su época.
13.9.06
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