La nueva discusión dentro del mundillo del rock, parece girar en torno a la película Que sea rock y su ausencia total de referencia a Cromañón. Diego Lerer, de Clarín, dice que hacer un documental de rock sin hablar de la tragedia en Once es “como hablar de la Segunda Guerra sin mencionar el Holocausto o hacer un documental sobre la política norteamericana actual y obviar el 11 de setiembre.” Y yo creo que tiene razón y que los que dicen que Cromañón es un hecho policial que no tiene nada que ver con el rock, son por los menos unos irresponsables.
Cromañón fue un hecho trágico por sí solo, un símbolo de la corrupción estatal de la Argentina y también la explosión de la bomba de tiempo del rock que si no estalló antes fue por pura casualidad. Es un antes y después ineludible, y es hora de que todos nos hagamos cargo.
16.9.06
Aquí no ha pasado nada
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