Ciudad y Cine

Imperdible la nota de Alan Pauls hoy en Página/12 sobre el cine y la ciudad, a propósito del ciclo que están dando en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín. En especial la introducción, llena de excelentes ejemplos:

"No hace falta pisar una ciudad para conocerla. Conocemos Nueva York por Manhattan, París por Sin aliento, Roma por La dolce vita, Lisboa por En la ciudad blanca, Berlín por Las alas del deseo, San Francisco por Vértigo, Hamburgo por El amigo americano, Los Angeles por Model shop o Barrio chino, Madrid por Qué he hecho yo para merecer esto, Nápoles por Viaje en Italia, Barcelona por El pasajero, Hong Kong por Chunking Express, Toronto por Videodrome, Londres por Blow Up, México por Los olvidados, la Ciudad Prohibida de Pekín por El último emperador, Viena por El tercer hombre"

De la misma manera podría hablarse de la ciudad y la música, y la ciudad y la literatura.

La mejor forma de conocer o volver a descubrir una ciudad es sin duda a través del arte.

Sin despegue

Después de anuncios y meses de trabajo, Clarín decidió no sacar Punto Ar, el diario gratuito para aerolíneas.

Madrid

A LANACION.com se le ocurrió escribir notas breves sobre los lugares representativos de Madrid. Tal vez la idea no sea muy original, pero nunca es redundante volver a hablar de una de las ciudades más hermosas y fascinantes del mundo. Hoy empezó por los parques: del Buen Retiro, del Oeste, el Jardín Botánico, el Campo del Moro, y los jardines de Sabatini. No sé por dónde seguirán, supongo que por sus museos (Reina Sofía, el mejor), sus monumentos, y lo más representativo y deslumbrante, sin duda, sus calles, barrios y plazas: Fuencarral, Cuchilleros, Gran Vía, Toledo; barrio de las letras, La Latina; la Plaza Mayor, de la Villa y de la Paja, y tantos más.

Aprender a manejar

Tengo 29 años y no sé manejar. Quise aprender varias veces y ahora después de más de siete años sin tocar una palanca de cambios lo estoy volviendo a intentar. Manejar tiene dos dificultades básicas: la técnica y el miedo. La primera está relacionada sobre todo con la coordinación entre acelerador y embrague y la segunda es bastante más complicada porque tiene que ver con la inseguridad personal. Dicen que manejar bien es una cuestión de actitud y las mujeres fueron relegadas de las carreteras por un prejuicio social. Solo el 14% del total de conductores es mujer.
Hay varias escuelas que enseñan a manejar con aranceles que van de los $ 150 a los $ 450, pero yo por ahora prefiero gastar mi dinero en otras cosas. Creo que aprender a manejar tiene más que ver con una predisposición interna que con lo que puedan enseñar. Sé que lo mío no llega a ser amaxofobia, así que seguiré intentándolo.

El otro no importa

“Ser humano es hacer algo por otro”, decía el filósofo Emmanuel Levinas que después de pasar por Auschwitz apostaba a la necesidad de dejar de mirarse a sí mismo para ver los ojos del rostro del otro. Con la experiencia del menemismo en la Argentina, que revalorizó la importancia de la heladera y el auto nuevo, la ciudadanía parece haber perdido el humanismo al olvidarse del otro. Las acciones, protestas y deseos de la clase media se dirigen exclusivamente a satisfacer sus propias necesidades y a cubrir su propio espacio de bienestar, sin mirar al costado, sin ponerse nunca en el lugar del otro: el otro que sufre, en la mayoría de los casos, como víctima de una sociedad indiferente que no puede contener a todos. Con la crisis de 2001, hubo un pequeño momento de unión que se diluyó sin dejar huellas. “Piquete, cacerola, la lucha es una sola”, cantaban en las calles con la bronca contenida. Pero cuando dejaron la cacerola y volvieron a la vida diaria, el piquetero se convirtió en el enemigo que impide el paso, como si fuera más importante no perder un minuto que comer todos los días. No importa la desgracia ajena, sino el mundo individual egoísta y lleno de comodidades ficticias. La lucha por la educación pública les resulta ajena porque total “mi hijo va a la universidad privada”, sin poder ver que cuanta más gente acceda a la facultad la sociedad será mejor para todos. Los familiares de las víctimas del incendio en Cromañón nunca estuvieron acompañados por la sociedad, que se olvidó de ellos y que reclama la apertura de la calle Mitre en Once, sin importar que los padres de 194 chicos encuentran un mínimo alivio en ese lugar. Esta actitud egoísta y poco solidaria terminó de explotar con el tan en boga tema de la inseguridad. A partir del 23 de marzo de 2004, con el secuestro y asesinato de Axel Blumberg, miles de personas salieron a la calle para reclamar seguridad, su propia seguridad y la de su familia. El 6 de julio del mes pasado, con el ataque del tirador serial en Belgrano, las protestas resurgieron. La gente sale a la calle cuando se ve afectado su entorno, cuando roban en un restaurante conocido porque tiene la sensación de que “yo pude haber estado ahí”. Pero no reclaman empleo, porque tienen un trabajo para mantenerse; no reclaman por el fin del hambre, porque comen todos los días y no pueden ver que la pobreza es la causa principal de la delincuencia; no reclaman por educación ni salud para todos los habitantes del país; y no se meten en cuestiones tan urgentes como la despenalización del aborto, porque pueden pagar una intervención clandestina sin que jueces ni medios se enteren. Sólo cuando el otro empiece a importar, será posible empezar a pensar en una Argentina para todos, sin hambre ni inseguridad.

Mondovino

A simple vista Mondovino es un documental sobre vinos y a simple vista sería oportunista en un momento en el que el mundo vitivinícola está tan de moda. Pero no es ninguna de las dos cosas. Es un recorrido nostálgico por lugares recónditos y una película sobre la identidad que se va perdiendo en constante lucha con la globalización. El vino aparece como un símbolo de los cambios que trae la vida moderna, del olvido de la tradición, y la destrucción de los valores de antaño. “Un buen vino tiene que identificarse por el lugar de donde viene” dicen en la película, “los vinos de ahora son todos iguales”.

El secreto de Carlos Fuentes

En el magnífico cuento de Henry James, La Figura en el Tapiz, el crítico de un diario cree que hay un secreto en la novela que necesita develar. Se obsesiona con la búsqueda de ese algo oculto y teme no acertar y quedar al descubierto ante el escritor.
El tema del autor ha sido y sigue siendo uno de los puntos más tratados por toda la crítica del siglo XX, que intentó por todos los medios destruirlo, aunque ahora de a poco está volviendo a valorar esa figura tan despreciada.
Parece que Carlos Fuentes acaba de burlarse de todo el mundo editorial con una novela escrita con seudónimo. ¿O será la locura del crítico que intenta desesperadamente hallar el secreto?

Los médicos no practicarán el aborto a la chica violada

El avanzado estado de gestación de L. M. R., la joven discapacitada presuntamente violada por un familiar, obligó ayer a los médicos del hospital San Martín de esta ciudad a desistir de realizar el aborto habilitado 48 horas atrás por la Justicia. Link

La virtud impiadosa

Por Sandra Russo

Un ejemplo perfecto de cómo la propia moral es fácilmente levantable con la grúa del dolor ajeno.

Un ejemplo perfecto de cómo a la discapacidad mental y a la violación hay que unirles, para que el drama sea irreversible, la pobreza.

(...)
Da náuseas que una sociedad escupa tan ostensiblemente a sus hijos más vulnerables, y que la virtud impiadosa los haga correrse a la derecha del mismísimo Código Penal.

Yahoo Argentina estrenó diseño!

El nuevo diseño de Yahoo llegó a la Argentina.
La sección de contenidos tiene una mayor valorización, ya que se encuentra en el centro de la página y tiene más espacio. Además hay una separación por secciones: General, Internacional y Deportes, y agregaron fotos. En cuanto a lo visual es más moderno y minimalista, con predominio del color azul claro. Al costado hay una barra para seleccionar ítems.
Las secciones internas mantienen el diseño.
Un cambio para mejor.