Por estos días se están entregando los famosos premios Nobel.
Además del millón de euros que recibe el afortunado ganador, el elegido además pasará, en la mayoría de los casos, del casi anonimato a la fama sin escalas, pero una fama que irremediablemente se vuelve fugaz.
El Nobel es un premio cuestionado y discutible. Si nos detenemos en los premios literarios, vemos que entre los ganadores desde 1901 hay muchos escritores de los que ya nadie se acuerda, y a nadie le importa. ¿Alguien lee hoy a Sigrid Undset, a Grazia Deledda, Pearl S. Buck, Iván Bunin, o Giorgos Seferis? Franz Kafka y James Joyce no ganaron el premio y son dos de los autores más influyentes y actuales del siglo XX. Tampoco se lo dieron a Jorge Luis Borges, ni a Marcel Proust. Tuvieron ataques de lucidez y justicia, como en 1969 cuando lo ganó Samuel Beckett o en 1929 cuando se lo dieron a Thomas Mann.
America Latina tampoco fue muy recordada por la Academia Sueca. Los únicos galardonados fueron Gabriela Mistral (Chile), Miguel Angel Asturias (Guatemala), Pablo Neruda (Chile), Octavio Paz (México) y Gabriel García Márquez (Colombia). Argentina siempre fue olvidada, pero ¿quién necesita el Nobel para medir la calidad literaria?
7.10.08
¿Para que sirve ganar el Nobel?
Etiquetas:
literatura
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