14.4.08

BAFICI 2008

Hace diez años que voy al BAFICI, desde que empezó. El año pasado fue el único año que no fui porque me aburrí. Este año es el primero en que lo cubro para un medio, si no hubiera sido por eso tal vez tampoco hubiera ido. Hace diez año hubiera muerto por ir al cine en horas de trabajo, no pagar entradas, después comentar la película también en horario de trabajo y verlo publicado en el diario online. Ahora me parece algo interesante, pero nada más.
Hasta ahora vi cuatro películas, ninguna mala, pero ninguna fascinante.

Fengming, Crónica de una mujer china, de Wang Bing. La película es un documental, una cámara fija y una mina hablando durante tres horas, contando su experiencia tortuosa como militante de la China de Mao. El testimonio es invalorable, claro, y por momentos uno queda atrapado por las palabras pero es inevitable perder la atención.

Después vi Stellet Licht del mexicano Carlos Reygadas. Una película experimental e interesante por las formas de encarar la historia. Me pareció original, pero en varios momentos hubiera preferido estar en otro lado y eso que lenta no me parece un adjetivo válido para calificar una película.

Up the Yangtze, del realizador Chang Yung hasta ahora es la que más me gustó. Es un documental sobre una familia pobre y desplazada. Muy humana, real, conmovedora. Creo que el realizador logra ingresar en ese universo de contrastes sin imposturas. Me gusta cuando un documental narra desde adentro, no como un panorama sino como testigo vital.

Profit Motive and the Whispering Wind, de John Gianvito tiene una idea genial: mostrar lápidas de mártires de Estados Unidos para hablar de una sociedad. Recorre las tumbas de luchadores que dieron su vida por una causa justa durante tres siglos. Obvio, que no puede dejar de ser un poco fría, como distante, pero la idea es tan buena que tiene sentido.

Este año me pareció ver menos pose, la gente va porque le gusta el cine. Todavía falta una semana y varias películas. Espero poder ver Paranoid Park.

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